Inteligencias múltiples: Fomentar vs. Reforzar

Esta semana una mamá me ha hablado muy preocupada de que su hija de 6 años dice no ser inteligente. Obviamente esta preocupación la tienen todos los padres y se verbaliza de distintas maneras: ¿es inteligente?, ¿se siente inteligente?, ¿cómo puedo desarrollar su inteligencia?,...
A lo largo de los años, hemos marcado a los niños (y a los adultos) en inteligentes o no inteligentes. Después dimos paso a una matización entre distintos grados de inteligencia, lo cuál nos seguía clasificando en más o menos inteligentes. En la actualidad se ha comenzado a utilizar el término "inteligencias múltiples"; algo que puede sonar a grandísima novedad, aunque simplemente se ha puesto nombre a un aspecto que siempre se ha utilizado: "mi hijo es muy bueno en lengua pero se le dan fatal las mates". Las inteligencias múltiples no son un método de enseñanza, sino un mapa que nos muestra las distintas capacidades que todos tenemos, aunque no todas en la misma intensidad. Ya desde hace años, los test de inteligencia se han preocupado en marcar distintas pruebas para las distintas capacidades y posteriormente las leyes educativas han estado haciendo un intento en fomentar las mismas con las famosas "competencias educativas". Bajo mi punto de vista, el problema de base siempre es el mismo, la idea es buena pero el desarrollo no es el adecuado.
Las inteligencias múltiples marcan, como ya he dicho anteriormente, las distintas capacidades del ser humano. No sólo las ya sabidas de las matemáticas y la lengua, sino que se abre un abanico que nos permite observar a niños y adultos desde una visión más amplia. En la imagen podéis ver el amplio espectro que esta teoría psicológica nos recuerda. Así, tendremos más capacidad en unos u otros aspectos, y por tanto ser más o menos inteligentes en distintas materias o cualidades.
Hablando con la preocupada mamá, le dije que ya me gustaría a mi tener la inteligencia de muchos chicos que conozco con las etiquetadas "necesidades educativas especiales". Tras su sorpresa, la especifiqué que me refería a su inteligencia emocional, aspecto que se obvia y que es la base fundamental para la empatía, el compañerismo y la cooperación. Tengo que confesar que tampoco soy muy ducha en inteligencia corporal ni musical, y que me gustaría reforzar la intrapersonal e interpersonal (las cuales deberían trabajarse para combatir el bullying, el fracaso escolar y otras problemáticas relacionadas con la autoestima y el autoconcepto) Por tanto, la clave que la di, y que os doy a todos es la marcada en el título: fomentar y reforzar. Con la simple convivencia con nuestro pequeños, seremos capaces de hacernos una idea de las capacidades más o menos notables que poseen. Para las capacidades que tienen menos desarrolladas, la clave es clara: reforzar. Ayudarles a desarrollarla sin pretender nunca la excelencia, pues debemos tener siempre en cuenta evitar la frustración y aumentar la motivación. Para las capacidades que tienen más desarrolladas o en las que destacan de forma en ocasiones innata, la clave por tanto es fomentar. Fomentar su desarrollo para optimizar ese aspecto de su vida teniendo siempre presente que nunca se debe forzar, sólo dar las herramientas para evitar una vez más la frustración y teniendo muy presente que la mejor arma es la motivación.

Comentarios

Entradas populares de este blog

CÓMO SE LLAMA vs. CÓMO SUENA

DESENCHÚFATE PARA CONECTAR CON EL MUNDO

RATÓN QUE TE PILLA EL... DEDO