CAMBIO DE VIDA
¡ Feliz año nuevo a todos!
Hace casi 10 meses que no escribo, pero es que mi vida ha cambiado muchísimo en estos meses y necesitaba aterrizar para aportar...
Ahora mi trabajo está casi al 100% enfocado a personas con TEA (trastorno del espectro autista) y, aunque parezca un gran giro en mi carrera profesional, la verdad es que no he hecho más que crecer y tener un gran feedback entre lo que sabía, lo que he aprendido estos meses y lo que me enseñan mis nuevos compañeros y mis chicos cada día.
Así que para empezar, os quiero contar (muy resumido y generalizado) lo que deberíamos conocer del TEA. Será mi primer granito de arena para concienciar sabiendo un poco más sus necesidades como comunidad, aunque no sean exactamente de manera individual. Para ello basaré esas necesidades en las cuatro grandes teorías explicativas del autismo:
Tras reconocer que hay otras personas en
el mundo, los niños a partir de los 3-4 años empiezan a reconocer también que
esos otros piensan de un modo distinto y tienen otros conocimientos y
experiencias. Las personas con TEA, a pesar de haber aprendido explícitamente
todo lo que tiene que ver con la intersubjetividad, tienen verdaderas
dificultades para entender que las personas que le rodean tienen una mente (en
toda la amplitud de la palabra) diferente a la de ellos mismos. Creen que todos
somos narradores omnipresentes de su vida y, por tanto, de su mente. Debemos
tener en cuenta, por tanto, facilitar las explicaciones evitando “dar por
hecho” que entienden cosas como la ironía o los razonamientos de otros
compañeros, así como las reacciones de los demás ante ciertas situaciones
(normalmente conflictivas).
Es la habilidad de comprender la
generalidad de la situación a partir de la integración de los detalles
observados. Las personas con TEA se fijan en los detalles, pero tienen
dificultades para integrarlos en un todo y darles coherencia como conjunto.
Además, no siempre los detalles en los que se fijan son los más relevantes para
nosotros. Por ello, debemos ayudarles a dar sentido de conjunto, por ejemplo, a
situaciones del aula o contenidos curriculares, otorgando una visión de
conjunto clara y, a ser posible, con un referente visual como puede ser un
esquema o un dibujo que les ayude a conectar la reacción de un compañero con la
causa de este. Además, es conveniente ayudarles resaltando lo importante desde
subrayando las ideas principales de un texto hasta las normas del aula.
Suponen la planificación de las acciones
futuras, así como la flexibilidad y adaptabilidad para buscar alternativas
cuando esos planes sufren imprevistos. Las personas con TEA tienen dificultades
para planificar, pero más aún para reponerse a un cambio en dichos planes. Para
evitar bloqueos o reacciones no deseadas, es importante tener una buena
planificación y otorgar las herramientas que le ayuden a saber el camino que
tomar ante los posibles imprevistos. Darles apoyos visuales y dedicar tiempo a
comprender y saber emplearlos, les da autonomía y seguridad. Esto puede
aplicarse desde la anticipación de las actividades del día hasta qué hacer
cuando el lápiz se queda sin punta o si sucede un conflicto en el patio.
Ampliarles los guiones para las diferentes situaciones que les pueden ir
surgiendo es un buen recurso, aunque debemos ver cuántos guiones alternativos
es capaz de manejar. En caso contrario, las alternativas deben venir por parte
del adulto y en el momento que son necesarias, repitiendo, si es necesario, las
usadas anteriormente en situaciones similares; lo cual les dará tranquilidad al
recordar que el resultado fue positivo.
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