¿ESTUDIA O NO ESTUDIA?
Una de las dudas existenciales que todo padre tiene, es si de verdad su hijo estudia. El recurso principal es "preguntarle la lección" lo cual suele terminar en dos opciones: si tiene una gran capacidad de memoria lo repetirá como un papagayo, y si su memoria no es fotográfica se perderá ya que no sabe ni por donde empezar.
En muchas ocasiones, el error reside en cómo preguntamos esa "lección". Debemos tener claro, que memorizar tal cuál el texto no tiene ningún sentido por razones tan obvias como que no se le preguntará así en el examen. Además, la probabilidad de olvido y de bloqueo aumenta con este método de estudio. Tampoco tiene sentido memorizar palabras clave sin más. Aunque es un punto importante, no puede quedarse solo en eso. Con esas palabras o ideas clave debe ser capaz de formar frases con sentido y aplicarlas en el contexto adecuado.
Un punto importante es el razonamiento previo. Si el niño no entiende las palabras o los conceptos, la memorización carece de base. Así, los recursos de recuerdo se pierden. Por lo tanto, es importante asegurarse de que entiende y comprende lo que dice el tema. Desde casa, esta tarea debe ser diaria. Si el niño puede contarte lo que ha aprendido, apoyándose en su propio libro, rápidamente sabremos si lo ha entendido o no. También a la hora de hacer ejercicios se puede ver su nivel de comprensión de conceptos.
En muchas ocasiones, el error reside en cómo preguntamos esa "lección". Debemos tener claro, que memorizar tal cuál el texto no tiene ningún sentido por razones tan obvias como que no se le preguntará así en el examen. Además, la probabilidad de olvido y de bloqueo aumenta con este método de estudio. Tampoco tiene sentido memorizar palabras clave sin más. Aunque es un punto importante, no puede quedarse solo en eso. Con esas palabras o ideas clave debe ser capaz de formar frases con sentido y aplicarlas en el contexto adecuado.
Un punto importante es el razonamiento previo. Si el niño no entiende las palabras o los conceptos, la memorización carece de base. Así, los recursos de recuerdo se pierden. Por lo tanto, es importante asegurarse de que entiende y comprende lo que dice el tema. Desde casa, esta tarea debe ser diaria. Si el niño puede contarte lo que ha aprendido, apoyándose en su propio libro, rápidamente sabremos si lo ha entendido o no. También a la hora de hacer ejercicios se puede ver su nivel de comprensión de conceptos.
Después, solo necesitamos refrescar la memoria con cierta asiduidad (lo ideal es a diario) hasta el examen. Si se incluye esta tarea en la rutina, con el tiempo tendrá una duración menor cada vez.
También es importante tomarnoslo como una conversación distendida, y no como un interrogatorio policial. Los nervios y el estrés no favorecen el recuerdo. Además, la ansiedad y el miedo a equivocarse los bloquean de manera exponencial. Debemos animarles a que lo intenten, a que digan qué recuerdan y, poco a poco, ayudarles a que construyan un mensaje con sentido; siempre manteniendo los conceptos claves, pero huyendo de la literalidad.
Un error también muy común, aunque se haga de buena fe, es apoyarles empezando nosotros la palabra en la que se han atascado. Este método obliga a que en el futuro necesite ese "pie" para seguir, el cuál jamás tendrá en el examen. En su lugar, tenemos que favorecer el recuerdo con las claves que tiene: partes de la palabra a definir, tema o asignatura en la que aparece, conceptos relacionados que sí recuerda,...
Lo más importante es que sea capaz de confiar en sí mismo y en lo que sabe, que responda a las cuestiones sin miedo a equivocarse, y que sus errores se conviertan en un refuerzo para mejorar.
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