EL COFRE DE LAS IDEAS
Tras la Navidad, los niños más afortunados disponen de una nueva tanda de juguetes que, en la mayoría de los casos, es incompatible con el espacio disponible. La teoría de cuanto más grande sea el bolso, más cosas llevo; se extiende al espacio de las casa. Grandes o pequeñas, la llegada de un niño las inunda de juguetes. Y no solo la vivienda en la que reside, también las casas de abuelos, tíos, segundas residencias...
Ahora es momento de pararse a pensar varias cuestiones:
- ¿Lo utiliza?
- ¿Es adecuado a su edad?
- ¿Tengo el espacio adecuado para su uso?
- ¿Tengo el espacio adecuado para guardarlo cuando no se use?
Lo más habitual es que acumulemos juguetes que llevan tiempo sin usar o que no los vayan a usar por ser más infantiles. Lo más operativo es darles un nuevo uso; donándolos, vendiéndolos o regalandolos a algún familiar o amigo que sí los vaya a usar.
Si por el contrario los queremos conservar, os doy la clave para fomentar su uso.
Lo primero, es dar protagonismo a los nuevos regalos por separado. Tanto en épocas navideñas como en los cumpleaños y primeras comuniones, los niños reciben una cantidad de juguetes que termina con una fijación con uno o dos de ellos; pues su capacidad de atención no les permite abarcar tanta información. Aunque abran todos a la vez, debemos intentar proponer su uso en los días posteriores. Dando tiempo a que monten piezas, aprendan reglas y disfruten de cada uno de ellos el tiempo suficiente para poder escogerlos después. Si no, escogeran el que tenga un uso más sencillo o conocido. Deben disfrutar de cada proceso del juego, y no sólo del juego mismo. Entiendo que los padres hagáis grandes esfuerzos para darles todo montado, pero el montaje también es parte del juego, por ello Lego y Playmobil llevan años teniendo tanto éxito.
Para poder compatibilizar los nuevos juguetes con los antiguos y evitar que cojan polvo en los armarios, os propongo una actividad que debéis preparar y acordar todos los miembros de la familia. "El cofre de las ideas"
Consiste en realizar tarjetitas en las que anotaremos los juegos, juguetes o actividades que tengan o puedar realizar. Se pueden hacer distintos cofres para actividades al aire libre o en casa, para jugar solos o en familia,... No debemos olvidar que no sólo anotaremos juegos o juguetes, también actividades como ordenar los cajones, jugar con plastilina, hacer un álbum o bailar.
Cuando hayamos completado las tarjetas, las colocamos en un cofre, caja, bote,... que pueden decorar. El uso que se dé es variable. Puede ser para cuando se aburran, para cuando no se decidan a qué jugar o reservar momentos especiales para el juego sorpresa.
Ahora es momento de pararse a pensar varias cuestiones:
- ¿Lo utiliza?
- ¿Es adecuado a su edad?
- ¿Tengo el espacio adecuado para su uso?
- ¿Tengo el espacio adecuado para guardarlo cuando no se use?
Lo más habitual es que acumulemos juguetes que llevan tiempo sin usar o que no los vayan a usar por ser más infantiles. Lo más operativo es darles un nuevo uso; donándolos, vendiéndolos o regalandolos a algún familiar o amigo que sí los vaya a usar.
Si por el contrario los queremos conservar, os doy la clave para fomentar su uso.
Lo primero, es dar protagonismo a los nuevos regalos por separado. Tanto en épocas navideñas como en los cumpleaños y primeras comuniones, los niños reciben una cantidad de juguetes que termina con una fijación con uno o dos de ellos; pues su capacidad de atención no les permite abarcar tanta información. Aunque abran todos a la vez, debemos intentar proponer su uso en los días posteriores. Dando tiempo a que monten piezas, aprendan reglas y disfruten de cada uno de ellos el tiempo suficiente para poder escogerlos después. Si no, escogeran el que tenga un uso más sencillo o conocido. Deben disfrutar de cada proceso del juego, y no sólo del juego mismo. Entiendo que los padres hagáis grandes esfuerzos para darles todo montado, pero el montaje también es parte del juego, por ello Lego y Playmobil llevan años teniendo tanto éxito.
Para poder compatibilizar los nuevos juguetes con los antiguos y evitar que cojan polvo en los armarios, os propongo una actividad que debéis preparar y acordar todos los miembros de la familia. "El cofre de las ideas"
Consiste en realizar tarjetitas en las que anotaremos los juegos, juguetes o actividades que tengan o puedar realizar. Se pueden hacer distintos cofres para actividades al aire libre o en casa, para jugar solos o en familia,... No debemos olvidar que no sólo anotaremos juegos o juguetes, también actividades como ordenar los cajones, jugar con plastilina, hacer un álbum o bailar.
Cuando hayamos completado las tarjetas, las colocamos en un cofre, caja, bote,... que pueden decorar. El uso que se dé es variable. Puede ser para cuando se aburran, para cuando no se decidan a qué jugar o reservar momentos especiales para el juego sorpresa.
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