LA VUELTA A LA NORMALIDAD

Después de un verano lleno de nuevas experiencias, toca volver a la rutina. Esta palabra en algunos suena a tortura y en otros a liberación pero, pase lo que pase, es irremediable y absolutamente necesaria. Todos necesitamos un orden en nuestras vidas, qué duda cabe; pero esto no es sinónimo de rigidez y de hipercontrol del horario tanto nuestro como de nuestros hijos.
Aunque se escapa ligeramente del alma mater de este blog, no quería pasar la oportunidad de compartir con vosotros las cuestiones que todo padre se plantea al iniciar el curso y que tiene mucho que ver con los horarios y las actividades tanto que hay que hacer como que podemos hacer.
En cuanto a los que hay que hacer, voy a desarrollaros una lista sobre lo que bajo mi criterio debe formar parte del día a día de los niños:
      - Ir al colegio: Cada centro tiene un horario y es la base sobre la que colocar el resto de actividades.
      - Estudiar/repasar: Cada uno a su nivel pero es muy importante tener en cuenta que es necesario realizar una lectura rápida en el libro de texto de lo aprendido ese día. Sería muy interesante tomar la rutina de compartir este momento con ellos pidiéndoles que nos cuenten qué han aprendido hoy de manera que ese repaso se convierte en algo ameno (sin contar que fomenta la capacidad de comunicación, resumen y es tiempo que pasamos con ellos). Así mismo, esto ayuda a que se retengan los contenidos lo cuál facilita el estudio previo al examen.
      - Realizar las actividades pautadas por los maestros/profesores : "Los deberes". Aquí se abre un grandísimo debate sobre si es necesario o no que hagan deberes, y lejos de crear polémica y sin justificar algunos casos que bajo mi punto de vista me parecen desproporcionados; los deberes "obligan" a que el punto anterior se realice, pues al realizarse actividades relacionadas con lo aprendido en clase, no queda más remedio que repasar los contenidos dados.
      - Actividades de ocio "no reglado": Este punto es muy importante y es incompatible con las actividades extraescolares. Si bien es cierto que hay un sinfín de las mismas donde los niños lo pasan bien, todos necesitan tempo para hacer "lo que quieren". Dependiendo del momento, de la meteorología o de donde vivamos; estas actividades variarán desde estar en casa y jugar a lo que quieran, ir al parque a jugar con los amigos a lo que ellos quieran, estar en un cumple y jugar a lo que ellos quieran, o estar con los padres haciendo lo que ellos quieran. Todos necesitamos un tiempo de desconexión y para los niños se convierte a la vez en un tiempo de control, de "hacer lo que me apetezca" (aunque obviamente dentro de unos límites).
      - Pasar tiempo con los padres: Aunque la denominación no se ajusta a todos los tipos de familia, entendereis que los niños tienen que pasar tiempo con sus adultos de referencia. Pasar tiempo sin más, para charlar, jugar o simplemente estar achuchados en el sofá viendo la tele.
      - Cubrir las necesidades básicas y responsabilidades del hogar: Por la tarde hay que realizar varias actividades que cada niño debe cumplir: merienda, cena, ducha, preparar la mochila, preparar la ropa para el día siguiente y seguramente alguna más dependiendo de la edad del niño y de la situación de cada casa.
Y las demás actividades... pues a simple vista no queda mucho tiempo para ellas, pero está claro que las actividades extraescolares, a pesar de ser importantes para complementar su formación, no pueden ni deben ser contraproducentes para ellos. Para ello hay que tener en cuenta varios factores:
      - Los gustos y aficiones del niño: Para que la actividad sea motivadora y no se convierta en una grande y pesada obligación (la cuál les agotará física y mentalmente)
      - Las necesidades específicas del niño: Al elegir actividades es importante tener en cuenta si nuestros hijos precisan algún tipo de apoyo o tratamiento específico, bien sea apoyo escolar, logopedia, psicomotricidad o alguna actividad que resuelva dificultades como la timidez o las dificultades para relacionarse.
      - El tiempo del que se disponga y lo que ofrezca nuestro entorno: Ayuntamiento, polideportivo, academias, asociaciones o el propio centro escolar.
Por todo ello, os invito a descuadricular la vida de nuestros hijos de manera que las cosas fluyan sin agobiarnos en exceso por el reloj. Si bajamos nuestro nivel de ansiedad ellos por empatia lo disminuirán. Deben aprender a aprovechar el tiempo y a disfrutar de cada minuto, y esto no se consigue mirando el reloj. Cuando un niño "pierde el tiempo" debemos entender porqué. Seguramente se deba a una necesidad de la desconexión de la que hablé antes.
Excepto casos específicos, hay varias ocasiones en las que cuando un niño empieza el cole, de repente empieza a dormir mejor. Si el niño realiza la actividad física necesaria, aprovechará las horas de sueño mejor. Lo mismo ocurre con la actividad mental, si le damos los tiempos necesarios de descanso mental, aprovechará de manera más óptima los tiempos de concentración, atención,...
FELIZ INICIO DE CURSO

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