CUANDO EL ESTUDIO SE NOS VA DE LAS MANOS
Cuando un hijo pasa a primaria lo que más miedo da a los padres es cómo va a ser capaz de enfrentarse a los exámenes. Es una de las preguntas que más repiten a los profesores ya que el recuerdo que como adultos tenemos son exámenes complicados de nuestra última etapa estudiantil. No obstante, debemos tener en cuenta que un examen no es una prueba para la que un niño deba prepararse, sino un ejercicio más en el que mostrar qué ha comprendido he interiorizado en su día a día en el aula. Por ello, lo primero que tenemos que hacer es transmitirles que un examen tiene la importancia justa. No es un ultimátum, pero tampoco es cualquier cosa. Como maestra, lo que busco en un examen es saber qué sabe mi alumno. Esto me ayuda a modificar mi forma de enseñar, a saber qué repasar o en qué área debo darle más apoyo. Que un alumno no sea capaz de realizar correctamente una prueba me dice que no ha alcanzado ese conocimiento, o no lo ha hecho de manera adecuada; por lo que sé en qué punto del cami...